los dos enólogos, gente macanuda si las hay, sorbían de la copa con una pericia notable, hacían un buche, chupaban aire y escupían el vino en una bacha. nosotros hacíamos lo mismo, pero tragábamos el vino, no nos permitimos desembucharlo. así, una copón tras otro, hasta llegar al varietal número seis de una marca de vinos riojana, en el laboratorio de la bodega, en el valle de famatina. con yersio nos agarrámos un pedalín memorable y nos sacamos fotos. en una, justo cuando acabábamos de terminar la degustación, medio que se ve que ya no veíamos nada.
martes, mayo 15, 2007
jueves, mayo 10, 2007
Huergo-Vieytes: todo bien.
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