dice que al ser la vid la planta de Dios, el Diablo, que siempre mete la cola, una noche se apersona en la finca adonde crecen las viñas, y las riega con sangre de loro. que otra noche va y hace lo propio pero ésta vez con sangre de mono; que una tercera noche vuelve a la finca y riega las viñas con sangre de león; que, finalmente, la cuarta noche lo hace con sangre de chancho. dice que por esta razón cuando un hombre bebe el primer vaso de vino habla como un loro, que al segundo vaso se divierte como un mono, que al tercero es malo y fuerte como un león, que al cuarto se embarra como un chancho.
foto: sergio anesini
viernes, junio 29, 2007
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