FINAL DEL FUEGO
Por F.D.G.
Nostalgia de las cosas que han pasado, o estrés post-vacacional, como le dicen ahora: ésa es la sensación que todo lo invade cuando el verano se extingue. Y cuando los días de libertad absoluta quedan en el recuerdo. Y en las fotos, que se consultan una y otra vez, como para elaborar el duelo. Es que muere un modo de vivir, la vacación, esa ficción tan necesaria, ese lujo que a veces viene una vez por año, que a veces no viene nunca. En el ahora vacío edificio Tamarisco, a metros del mar, quedan, sin embargo, algunos fantasmas fugitivos.
NOTA COMPLETA
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/32-2006-03-03.html
martes, agosto 22, 2006
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1 comentario:
A pesar de las agujas inquisidoras del reloj,
intento insuarme que siempre es verano.
Aunque el fuego se apague, siempre habrá aire.
deliciosa nota.
Un abrazo,
María
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