martes, agosto 22, 2006

estampita tur

EN CADA RUTA REINA UN SANTO

En Puente Saavedra se vende a lo loco San Expedito y en Retiro pasa lo mismo con San La Muerte, santo de policías y ladrones. En Constitución arrasa el Sagrado Corazón y el resto se divide entre fetichismo y religiosidad, como el Gauchito Gil. A cuento de la Semana Santa, un cronista del NO se puso a investigar cómo funciona la ruta de las estampitas o –mejor– cómo es eso de vivir de la fe ajena.

Por Facundo Di Genova
De vuelta en Constitución, Sebastián y Ezequiel se bajan de un tren que viene de Glew. Los dos suman menos de 30 años. Están contentos. El fajito de 100 estampitas que cada uno llevaba cuando salieron ahora son buen dinero, lo suficiente como para pegar la vuelta. Pero no. Salen de la estación, caminan dos cuadras y llegan a El Muchacho, el único local de toda la plaza que vende estampitas al por mayor. El día no terminó para ellos. Quieren “seguir trabajando”. En esto de repartir imágenes religiosas de cartón a cambio de unas monedas, Sebastián y Ezequiel construyen a diario esta posible ruta de la estampita, que es múltiple. Desde un tren, una iglesia o una santería hasta su destino final, las estampas viajan por un sendero que se bifurca una y mil veces. Y que puede terminar en el tablero del auto, en la cartera de la dama y por qué no de la trabajadora sexual, la billetera del caballero, el bolsito del obrero.

NOTA COMPLETA
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-2170-2006-04-13.html

acá quiero agradecer al editor del suplemento No de Página/12, Mariano Blejman, quien me pasó una nota con un tema que él había querido hacer desde siempre. "¿para cuándo?", pregunté: "debería coincidir con alguna fecha religiosa". "bueno, en diez días es semana santa", me entusiasmé. "si hacés algo bueno podría ser tapa" y colgó Blejman, siempre tan hablador. la nota salió el jueves santo y fue tapa. la recuerdo con cariño porque al otro día, el viernes santo a eso de las 11, me llaman de radio del plata: que les había gustado la nota, si quería salir al aire en vivo y charlar sobre todos los santos. ¿cómo no?, dije y me acordé que nunca antes había hablado en vivo y publicamente. me empezaron a temblar las patitas. cuando me llaman por segunda vez para salir al aire, estaba justo camiando por un camino embarrado de un campo en mercedes, junto con mi amigo chersio (íbamos a comprar pan y churizo a lo de rachi para el almuerzo), quien para tranquilizarme, el muy guacho, me dice: traquilo, te van a estar escuchando trescientas mil personas nomás. me siguieron temblando las patitas más que antes, cómo no, y no pararon hasta que no terminó el diálogo telefónico con mario, el periodista que acompaña a mónica y césar en el programa de del plata. la noche anterior, ahora lo recuerdo bien, junto con papa, tain y manu, puros amigos, habíamos aspirado jengibre por la naríz, y tomado yerbeado, y whisky y mas tarde vino, en forma experimental, y luego de pasarla bárbaro, y luego de dos picadas y un poco de cerveza, chersio y yo vomitamos como loco en la puerta de un bar de mercedes, la vieja esquina, y tras cartón, cuando llegamos de la juerga y estábamos por irnos a dormir, cagamos, literalmente, fuego. lo que se dice efectos colaterales del jengibre aspirado por la naríz.

1 comentario:

Virginia Curet dijo...

estampita del sur, tengo que decirte algo: yo banco a raticiales desde que iba a ser una revistita para distribución gratuita en las playas de villa gesell. se suponia que ibamos a caminar por la arena regalando este maravilloso arte y desafiando a la bucólica mentalidad de las vacaciones con pelota de tres colores y un pequeño cascabel en su interior.
estampita del sur, que el viento que te arrastra vuelva a traer los sueños de los jinetes de saturno que alguna vez saltaron hasta marte. congratulaciones por el derroche de los años que todavia no cumpliste.
Nina.